Cuándo Buscar Consejos

nov 02, 2022 | 3.5 minutos Leer

Cuándo buscar asesoramiento

¿Cuándo Debe Buscar Una Mano Amiga en SU Camino Hacia Las Noches Secas?

Si su hijo tiene entre 5 y 7 años y siempre ha mojado la cama, es probable que se seque por la noche por sí solo sin necesidad de tratamiento o intervención externa. La mayoría de los casos de enuresis primaria no son nada de qué preocuparse y simplemente requieren su amor, apoyo y tiempo. 

A medida que su hijo crece, es cada vez más probable que necesite apoyo y tratamiento externos para superar esta fase, pero la buena noticia es que a la edad de 12 años, el 97% de los niños habrán dejado de mojar la cama.

Si su hijo ha estado previamente seco por la noche durante 6 meses o más en el pasado, pero ha comenzado a mojar la cama nuevamente, esto se conoce médicamente como Enuresis Nocturna Secundaria.

Cuando se trata de enuresis secundaria, hay una gama de físicos, emocionales y psychological causes, so seeking outside support and expert advice is essential

¿Que Puedo Hacer?

Si un niño siempre ha mojado la cama, generalmente es una señal de que su vejiga y su sistema nervioso simplemente necesitan más tiempo para desarrollarse. Es perfectamente normal que los niños continúen mojando la cama años después de haber completado con éxito su entrenamiento diurno para ir al baño.

Dicho esto, se recomienda consultar a su médico si:

• Su hijo es mayor de 6 años y moja la cama dos veces por semana o más
• Usted nota que la enuresis está empezando a tener un impacto negativo en sus relaciones, confianza en sí mismos y bienestar emocional general.
• Su hijo está visiblemente angustiado o perturbado por mojar la cama
• Comienzan a mojarse los pantalones durante el día
• Usted nota cualquier otro trastorno físico o emocional de cualquier tipo

En caso de duda, siempre se recomienda consultar a su médico para obtener asesoramiento. Incluso si es solo por tranquilidad. Una vez que haya obtenido el visto bueno de su médico, un plan de manejo exitoso es la siguiente fase.

Aunque puede ser un momento difícil para los niños y los padres, con su apoyo amoroso, tranquilidad y algunas herramientas prácticas para mantenerse seco por la noche, su hijo verá que la enuresis es solo una fase común de la que naturalmente crecerán.

¿Cuándo Debe Buscar Asesoramiento Para la Enuresis Nocturna Secundaria?

Si su hijo está experimentando enuresis secundaria, se recomienda reservar una cita con su médico de inmediato.

Aunque la mayoría de los casos de enuresis secundaria son causados por estrés emocional o un trauma psicológico, es importante descartar primero cualquier causa física.

Hay varias afecciones médicas que se sabe que causan enuresis secundaria, incluido el estreñimiento, la infección del tracto urinario (ITU), la apnea obstructiva del sueño (AOS) y la diabetes juvenil.

Los Síntomas de Estas Afecciones Incluyen:

  • Infección del tracto urinario (ITU): su hijo puede reportar una sensación incómoda, de escozor o ardor cuando va al baño, su orina puede estar turbia o haber adquirido un olor fuerte o puede estar orinando con más frecuencia durante el día, así como noche. Otros síntomas incluyen fiebre, escalofríos, dolor en la espalda o en el costado, cansancio intenso y vómitos.

  • Diabetes: la micción frecuente también es un síntoma de diabetes tipo 1. Otros síntomas incluyen sed excesiva, cansancio, visión borrosa y pérdida de peso aunque su hijo tenga un apetito saludable.

  • Estreñimiento: su hijo se queja de que le duele cuando hace caca, muestra signos de agarrarse, dolor de barriga, cruzar las piernas o evitar ir al baño. Otros síntomas incluyen no haber defecado durante siete días y/o ensuciarse los pantalones.

  • Apnea obstructiva del sueño: ronquidos fuertes, pausas en la respiración y dificultad para respirar durante el sueño. Su hijo puede estar cansado, tener dolores de cabeza durante todo el día o mostrar pérdida de apetito.
Una fase secundaria de enuresis nocturna también puede ser desencadenada por el estrés, la ansiedad, la depresión o un evento único que haya inquietado a su hijo. Por lo tanto, una vez que haya descartado cualquier condición física, es aconsejable buscar el apoyo de un médico, un psicólogo infantil o un especialista en comportamiento para identificar cualquier factor emocional o psicológico que pueda ser la causa.